María – ejemplo y modelo de perseverancia

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Perseverancia

Testimonio: María – ejemplo y modelo de perseverancia

Em nome do Pai e do Filho e do Espírito Santo. Ave, Maria, cheia de graça, o Senhor é convosco. Bendita sois vós entre as mulheres, e Bendito é o Fruto do vosso ventre, Jesus! Santa Maria, Mãe de Deus, rogai por nós, pecadores, agora e na hora de nossa morte. Amém!

Nuestro Salvador y Redentor, nuestro perpetuo socorro, es Jesucristo. Él es el mismo siempre, ayer, hoy y por los siglos. Todo lo que hacemos y obramos es a través de Cristo, con Cristo y en Cristo. Nada sin Cristo y nada contra Él. La Madre de Dios, María de Nazaret, en los evangelios es presentada como un personaje especial, central. No es un personaje cualquiera, sino un personaje central. Pero atención, en el centro del Evangelio está Jesucristo. A partir de la Madre de Dios queremos hoy aprender la virtud de la perseverancia.

San Luis María Grignion de Montfort, en su libro “Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen”, en el número 23 escribe así: “Dios Padre reunió todas las aguas y las llamó mar. Creó también un depositó, en el cual reunió todas las gracias, y lo llamó María”. A María, la Madre de Dios, la Madre de Jesús, la podemos mirar desde muchos puntos de vista, tal y como nos presenta la Sagrada Escritura, de modo especial el Evangelio. La vemos como una mujer llena de gracia, madre de Dios mediadora de todas las gracias y como mujer perseverante hasta el final, tal y como nos la presentó san Juan en su Evangelio.

El día 8 de diciembre celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Es un día muy importante para nuestra Congregación, porque nuestros estatutos generales, en el número 5, nos recuerdan que la Inmaculada Virgen María es la principal y primera patrona de la Congregación, y añade que todos los redentoristas deben honrar a la Madre del Perpetuo Socorro, la cual recibimos de la Iglesia de manos del beato papa Pío IX en el año 1866.

María, Madre de Jesús, ejemplo y modelo de perseverancia. La perseverancia es una de las virtudes cristianas importantes. En la Sagrada Escritura, en san Marcos y san Mateo, encontramos estas palabras: quien persevera hasta el final, ése será salvado. Para nuestra vida, María Santísima es ejemplo y modelo de intercesión perpetua, de la virtud de la perseverancia. En la Sagrada Escritura tenemos muchas situaciones que nos muestran que María de Nazaret es una mujer de perseverancia, que no se da por vencida, sino que busca, se pregunta, medita en su corazón para descubrir la voluntad de Dios. Así encontramos a María en el misterio de la Anunciación, donde habla con el Arcángel Gabriel, y a continuación la vemos perseverante yendo a donde su pariente Isabel. Seguidamente, en las bodas de Caná de Galilea; a pesar de que oye las palabras de Jesús: “Todavía no ha llegado mi hora”, ordena a los sirvientes que hagan todo lo que Jesús les diga. Más tarde, en la vida pública, vemos a la Madre de Dios acompañando a su hijo. La cumbre de su perseverancia hasta el final es la imagen de la Santísima Madre a los pies de la cruz, tal y como nos muestra san Juan en su Evangelio.

La Madre de Dios presente en la Sagrada Escritura desde el primer al último libro.

El gran adorador de la Madre de Dios, san Juan Pablo II, en su carta referente a los misterios del rosario, nos invita a que vayamos desde los misterios de la vida de Jesús y de María hasta el misterio que es presencia de Dios todopoderoso. Nos invita a que escuchemos al Resucitado y miremos a nuestros misterios, los misterios gozosos, dolorosos, luminosos y gloriosos. Nos propone que los recorramos, que junto con María contemplemos a Jesús, recordemos a Jesús como María, nos unamos a Él como María, le pidamos como María, que anunciemos a Jesús como María y sigamos a Jesús como María.

Ahora estamos viviendo en la Iglesia entre dos jubileos relacionados con el icono de la Virgen del Perpetuo Socorro: los 150 años de la entrega del icono a los redentoristas y los 100 años de la creación de la primera Novena Perpetua.

La novena perpetua se celebró por primera vez el 11 de julio de 1922 en la iglesia de san Alfonso en los Estados Unidos. El icono es un elemento esencial en la celebración de la Novena Perpetua, la cual, desde los Estados Unidos, se extendió por todo el mundo. Hoy, sobre todo en Asia y América Latina, la Novena Perpetua reúne semanalmente a miles de fieles devotos de la Madre de Dios. El Santuario Mariano más grande del Perpetuo Socorro es el santuario de la capital de Filipinas, Manila, donde se congregan cada semana más de 100 mil fieles. En Brasil hay decenas de grandes centros donde tiene lugar y se celebra la Novena Perpetua los martes o miércoles. Estos centros, que tuve la suerte de ver en persona y de rezar en ellos, son: Manaus, Belém, Teresina, Campo Grande y Curitiba. La Novena Perpetua en América Latina, en Brasil, junto a las santas misiones, es expresión del carisma de los redentoristas; por ejemplo, en Curitiba, al sur de Brasil, cada semana los miércoles hay 16 sesiones de novena perpetua, donde se congregan cerca de 30-40 mil devotos de la Madre de Dios.

Figura de la Madre de Dios de Aparecida, patrona de Brasil en el santuario nacional de la Madre de Dios en el pueblo de Aparecida, donde trabajan los misioneros redentoristas de la provincia de São Paulo.

La Madre del Perpetuo Socorro, icono de amor, y lugares de culto de la Virgen del Perpetuo Socorro en Brasil, en Bahia, donde trabajan los misioneros redentoristas polacos y brasileños: Salvador, Bom Jesus da Lapa, Itabuna y Arraial d’Ajuda.

En la celebración de la Novena Perpetua, el elemento importante es la presencia del icono de la Virgen del Perpetuo Socorro. El icono es una especie de ventana que conduce a la eternidad, hacia la Resurrección. Podemos preguntarnos, entonces, ¿para qué necesita alguien el icono? ¿Para qué sirve? Si quieres dar a alguien una ventana al mundo espiritual, regala un icono. Si quieres que Dios esté presente en su vida, regala un icono. Si quieres abrir el corazón de alguien, regala un icono. Si quieres decir que Dios es el más grande, regala un icono. Si te sientes impotente en alguna situación, regala un icono. Regala un icono, que es un trabajo divino y portador de la gracia divina. El icono de la Virgen del Perpetuo Socorro es un icono de amor.

Cuatro miradas al icono del Perpetuo Socorro: histórica, artística, mística y teológica. Meditaciones para la novena perpetua.

San Alfonso, en su libro “las Glorias a María” nos presenta a la Madre de Dios como mediadora de todas las gracias, como Madre de Misericordia. Recuerda también a la Madre de Dios como aquella que es ejemplo de perseverancia, y en la oración de la “Salve” nos muestra la virtud de la perseverancia que la Madre de Dios nos transmite.

Dos libros parecidos e importantes para la devoción mariana: el “tratado sobre la verdadera devoción a la Virgen María”, de Luis Grignon de Montfort, y la obra de san Alfonso, fundador de los redentoristas, “Las Glorias a María”.

Dando gracias a Dios por la Madre que nos dejó, por la presencia de la Santísima Madre en nuestra Congregación, quiero terminar con las palabras de san Alfonso. “Si perseveras en verdadera devoción a María hasta la muerte, tu salvación será segura. Terminaré (escribe san Alfonso), no porque no tenga ya nada que decir sobre la gloria de esta gran reina, sino porque no quiero aburrirte más. Esto poco que he dicho es más que suficiente para que en tu corazón se despierte el amor a este gran tesoro que es la devoción a la Madre Santísima. Salve Maria”.

Autor: Józef Grzywacz, CSsR

Traductor: Carlos A. Diego Gutiérrez, CSsR

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