Amarse y aceptarse a uno mismo
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Amarse y aceptarse a uno mismo
– Hola, me encuentro hoy con los jóvenes de la comunidad de Toruń, a los que les haré algunas preguntas, pues me encantaría conocer su punto de vista en nuestro capítulo de hoy. Tengo una cita con ellos en una sala de Toruń, espero que me estén esperando. Voy a ver y preguntarles qué cosas interesantes tienen que decirme hoy.
– ¡Hola! Os damos la bienvenida al primer capítulo de “Jóvenes para jóvenes”. El tema del capítulo de hoy es “conocerse y aceptarse a nosotros mismos”. Queremos hablar sobre qué es el amor, por qué hay que conocerse a uno mismo en este amor y por qué aceptarse a uno mismo es tan importante en una relación y en el amor a otra persona. No sé a vosotros, pero a mí estas preguntas me han venido más de una vez a la cabeza, por eso hemos decidido hoy encontrar respuestas y preguntaros qué pensáis sobre qué se encuentra tras la palabra amor.
– La primera en contestar a nuestras preguntas será Zuza. ¡Zuza! Tengo para ti tres fantásticas preguntas.
– ¡Hala! ¿Tres?
– Dime, ¿Qué se esconde para ti tras la palabra “amor”?
– ¿“Amor”? Mi primer pensamiento es la familia, es decir, la gran comunidad. La posibilidad de hablar, de apoyarse mutuamente. Esta es una palabra muy fuerte, es decir, familia, y, por supuesto, amigos.
– ¿Relación?
– ¡Relación! ¡Exacto! Ésa es la palabra
– La segunda pregunta va para Klaudia. Klaudia, ¿qué significa “amor” para ti?
– Para mí el amor es el sentimiento más bello que debe tener una persona hacia otra persona; también a la familia, a los amigos, las diferentes relaciones que debemos tener entorno a nosotros y… supongo que eso es todo.
– Dominika, ¿qué se esconde para ti tras la palabra “amor”?
– Tras la palabra amor se esconde para mí el estar presente, permanecer con la otra persona, mostrar los sentimientos y emociones, pero también aceptar a esta otra persona a pesar de sus defectos y debilidades.
– Ya sabemos qué piensan sobre esto la gente joven. Sabemos qué nos han dicho nuestros jóvenes de la comunidad de Toruń; sin embargo, me gustaría hoy preguntar también sobre ello a nuestros invitados. Hoy tenemos con nosotros a Ania y Grzegorz Cieśniarscy, a los que saludamos cordialmente y les agradecemos que quieran participar en nuestro proyecto y contarnos sobre lo que es para ellos el amor, qué es para ellos conocerse y aceptarse a sí mismos.
Ania y Grzegorz son padres de cuatro hijos, por lo que con seguridad pueden decirnos lo bonito e interesante que es aceptarse con los propios defectos y virtudes, que son muchos y muchas. Por eso, os doy ya la palabra. ¿Qué es lo más importante para vosotros que se esconde tras la palabra y la idea de “amor”?
– Lo primero que me viene a la mente, cuando pienso qué es el amor, es la respuesta: “Dios es amor”. Como si todo estuviera incluido en esto. La conciencia de que Dios envió para nosotros a la tierra a su Hijo, que por nosotros murió en la cruz, deja claro de inmediato que su amor es entrega.
– Esto es lo que el Señor Jesús dijo: “El que da la vida por los otros, ése ama”. Para mí estas palabras indican directamente que se trata simplemente de entregarse a los otros, por el bien de la otra persona. Ésta es la expresión del amor. A menudo la gente piensa que dejarse matar es la manera más directa de realizar este mandamiento. Y se trata más bien de que, con toda la vida, con cada día, demos nuestro tiempo, nuestras capacidades y actitudes; dedicarse a los hijos, al matrimonio o a los otros que amamos. Para aspirar a que les vaya lo mejor posible.
– Amor que, en muchos niveles, se realiza en vosotros, por lo que has dicho, Grzegorz, y en este amor a los hijos y a tu esposa. Y como tenemos este amor, tenemos precisamente esta entrega. Y, para entregarse, hay que saber de qué manera hacerlo. ¿Cuál puede ser para la otra persona una entrega agradable que pueda hacerle? En relación con esto llegamos a la conclusión de que tenemos que conocer, tenemos que conocer a la otra persona, a uno mismo… ¿Pero para qué conocerse a uno mismo? En primer lugar me gustaría preguntar a nuestra joven comunidad de Toruń, qué piensan sobre el tema de conocerse a sí mismos. ¡Así que ahora os doy la palabra!
– Zuza, ¿por qué piensas que es importante conocerse a uno mismo?
– Ante todo para conocer nuestra valía. Para ver las metas que se tienen en la vida y seguirlas. Me parece que, entonces, todo se consigue si se tiene ese deseo tan interno de hacer algo.
– Klaudia, ¿por qué merece la pena conocerse a uno mismo?
– Merece la pena conocerse a uno mismo porque podemos aspirar a la autorealización. Estamos más seguros de nosotros mismos cuando nos conocemos, conocemos nuestro carácter, también nuestro cuerpo; nos sentiremos más cómodos incluso con los conocidos, cuando nos conocemos a nosotros mismos.
– ¿Por qué piensas que merece la pena conocerse a uno mismo?
– Pienso que merece la pena conocerse a uno mismo para saber qué es malo para nosotros y qué es bueno, y para saber cómo realizar los propios deseos y anhelos.
– Okey. Os agradecemos las fantásticas respuestas. Para vosotros es importante conocerse a uno mismo, pero ¿cómo llegar a conocerse a uno mismo?
– De seguro es muy difícil, pues nos conocemos de toda la vida; cada situación, cada acontecimiento difícil en nuestra vida (así como los bonitos), nos ponen ante alguna prueba. Además, nos encontramos con mucha gente que influye en nuestra vida. Precisamente a lo largo de toda la vida se va haciendo este conocimiento, por lo que es importante que intentemos conocernos a nosotros mismos antes de entrar en cualquier relación. Es esencial para saber quién se es más o menos. Se sabe que, en realidad, esto nunca lo llegamos a saber. Pero para entrar en una relación con alguien, precisamente así como decías, hay que saber quién es uno mismo, para saber cómo puede uno ofrecerse al otro. Y justo después, en una relación, sigue el conocimiento mutuo y recíproco.
– ¿Y la cuestión de saber lo que quiero, a lo que aspiro, también en esta idea es importante?
– ¡Por supuesto! Pues eso nos da una idea de quién somos, y para saberlo tenemos que conocernos a nosotros mismos, y la consecuencia de esto sigue siendo que lo que quiero en la vida y también (volviendo a la anterior pregunta sobre el amor) aquello a lo que puedo o tengo que renunciar por los seres queridos. Por eso, en primer lugar, tenemos que saber qué es lo que realmente queremos. Y puedo hacerme una idea de por qué alguien no quiere conocerse: porque escondemos en nosotros rasgos que no nos gustan, y nos dan miedo, por lo que a veces es mejor no entrar en ello para no descubrirlo, y así la vida será más fácil. Esto también surge del miedo que tenemos a no ser aceptados por los otros y pienso que tenemos que creer más que Dios nos ha creado y que somos Sus hijos, que somos buenos “desde la base”. Por eso no deberíamos tener miedo de estas cosas que no son “tan buenas”, sino lidiar con ellas. Pero aquí, de nuevo, para lidiar con ellas, hay que saber cuáles son, de ahí el conocerse a uno mismo. Y en el momento en que lo hagamos, podremos darnos a los otros ya con una plena aceptación de uno mismo; por supuesto no desde la base de: “así me creaste, así me tienes y ámame como soy”, sino, sabiendo cuáles son mis puntos fuertes, cuáles son mis características positivas, darse sin medida. Las cosas que no me gustan, por su parte, debo limitarlas e intentar lidiar con ellas.
– Para mí también es importante que conozcamos los propios objetivos “cardinales”, como bien se sabe, esto significa que nuestro objetivo es aspirar a la santidad, pero también hay que conocer las propias reacciones a los cambios en la vida, pues ésta escribe guiones muy diferentes. Lo que planeé como joven de ser diseñadora de interiores, en algún momento de mi vida se truncó y no resultó, y fue también un momento muy importante. ¿Cómo reaccioné ante esto? ¿Me quedé sentada en el punto donde no resultó y comencé a llorar? ¿O cogí fuerzas, lo ofrecí a Dios y seguí adelante? Para mí también es importante la aceptación propia y el conocimiento de sí.
– Aquí habéis tocado un tema muy importante: la aceptación propia. ¿Por qué aceptarse a uno mismo en una relación, en este estar con otra persona, es tan importante? A menudo estos puntos de vista nuestros son completamente diferentes. Presentemos cuáles son los puntos de vista de la aceptación propia en nuestras relaciones, las de los jóvenes de la comunidad de Toruń.
– Zuza, ¿piensas que aceptarse a uno mismo en una relación es importante? ¿Por qué?
– Me parece que sí, pues si no nos aceptamos a nosotros mismos, podemos cerrarnos al mundo, caer en depresión, y si nos cerramos al mundo, si nos encerramos en nosotros mismos, no dejaremos que nadie más se acerque a nosotros, ni siquiera los más allegados. Por tanto, es importante aceptarse a uno mismo y abrirse a los otros.
– ¿Por qué aceptarse a uno mismo es importante en las relaciones?
– Aceptarse a uno mismo es muy importante en las relaciones. En los tiempos actuales tenemos muchísimas fotos subidas a internet, que crean una persona que es perfecta, que no tiene ningún defecto, se trata de rasgos del carácter y también de figura, que tantas chicas (y chicos) quieren tener para mostrarse simplemente a la otra persona. Aceptarse a uno mismo en una relación es también muy importante, pues, si no aceptamos a nuestro chico (o chica), no podremos confiar en él y no le seremos fieles.
– ¿Por qué piensas que aceptarse a uno mismo es importante en una relación? ¿En qué medida?
– Aceptarse a uno mismo es muy importante en una relación porque, si no nos aceptamos a nosotros mismos, nos será difícil entablar relaciones con otras personas, porque tendremos miedo de ser rechazados por ellos.
– Y ahora, en respuesta a esto y en comparación con los diferentes puntos de vista, nos puede parecer hoy completamente diferente el cómo es cuando ya estamos en un matrimonio, o cuando somos padres, cuando tenemos que estar juntos, trabajar juntos, tenemos que mostrar este amor mutuo… Entonces ¿Por qué aceptarse a uno mismo es tan importante? ¿Es así? Pues puede resultar que pensamos que es muy importante o que no lo es.
– Es importante y debería suceder antes del matrimonio. En la etapa de búsqueda de un compañero, debemos ya conocernos y aceptarnos a nosotros mismos, para poderse dar al otro, pues aparece algo así como que si tengo unas características que no me gustan y que considero mis defectos, y que pueden no gustarle a alguien, nace la tentación de esconderlos. Y esto es una cierta forma de insinceridad. Y en este momento, si estamos buscando a alguien con quien queremos pasar la vida, pero nos ocultamos ante esa persona, no estamos siendo sinceros, y surge el miedo. Sobre todo en el momento en que aparece el temor a que lo descubra, a que puede no gustarle, y a que tal vez quiera dejarme. Así, posiblemente sea muy difícil para él y provocará muchos otros problemas. Por lo tanto, exige una confianza enorme hacia la otra persona, pero cuanto más me conozco, cuanto más me acepto, más fácil resultará confiar en alguien y esperarlo, pues estas dificultades serán muy problemáticas en ciertos momentos.
– Aquí también es clave la segunda parte del mandamiento del amor: “(…) y al prójimo como a ti mismo”. En el momento en que no nos amamos, no nos aceptamos, estamos siendo deshonestos con las personas a las que decimos que amamos.
– Hace tiempo escuché una frase, quizás sea algo que dijo alguno de nuestros santos… no sé si Francisco o algún otro: “no puede amarse a los otros sin amarse a uno mismo”.
– Para mí una prueba muy importante fue tener a nuestros hijos, pues los hijos nos muestran unos rasgos nuestros que apenas conocemos.
– Sobre todo generan situaciones, ciertas reacciones, muy sorprendentes y desagradables, y entonces hay que pasar una prueba.
– Y en esto, una enorme ayuda para mí fue Grzegorz y su amor por mí, y el hecho de que me recuerda de vez en cuando que es importante trabajar sobre “un nuevo yo”, que descubrí en la relación con nuestros hijos. Me gustaría subrayar también que, para mí, es muy importante nuestra relación con Dios, en esta tríada; es más importante que nuestra relación con los hijos, pues es la primera relación de la que partimos, en la cual nos conocemos mutuamente y conocemos nuestras características, pero también gracias a que tratamos de entregarnos por entero, a pesar de que no es fácil, nos apoyamos en la relación con otros.
– Es esta relación general de la que surgen otras relaciones. Lo bueno que descubrimos en esta relación, en la cual nos fortalecemos, más tarde dará sus frutos y, a través del prisma de esta relación con Dios podemos tomar decisiones en las relaciones con otros. Esto es muy edificante y da mucha fuerza.
– ¡Son unas palabras muy sabias! Me ha resultado muy bonito y agradable escucharos, pues verdaderamente es un testimonio increíble. Me parece que es necesario para toda persona, y sobre todo para la gente a la que dirigimos estas palabras, es decir, la gente que están en algún lugar a punto de tomar esta decisión: si ser esposa, marido; si tener hijos; quién ser; qué quiere hacer con su vida. Para tomar esta decisión ayuda lo que habéis dicho: en primer lugar la relación con Dios, y después mi decisión y ser sincero con lo que hago y con lo que quiero hacer.
– Muchas gracias por aceptar la invitación y por querer estar hoy con nosotros, por compartir con nosotros vuestra experiencia y vuestro bello testimonio.
– Ha sido un placer por nuestra parte.
– ¡Muchas gracias! ¡Nos vemos en un mes!
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