Los Redentoristas en Seúl
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Los Redentoristas en Seúl
Padre Willy Jesena, CSsR: Buenos días a todos, buenos días, estéis donde estéis, quizás allí ya es por la tarde. Aquí estamos, con el postulante Pedro Lee, y el que está aquí tomando las fotos es Pedro Song, otro postulante. Bienvenidos, hermanos y hermanas. Como veis estamos en Corea, en la ciudad de Seúl, capital de Corea. Hoy no tenemos muy buen tiempo, tenemos lluvia otoñal. Aunque no ha salido de todo el sol, tenemos cálidos los corazones para recibiros. Por favor, venid conmigo y con nuestros postulantes y os explicaremos algo sobre lo más importante que creo que os gustaría saber sobre Corea.
Bienvenidos de nuevo. Vamos a ver a estos dos hombres inclinándose profundamente. Esta es la manera de dar la bienvenida aquí. De normal no nos damos la mano, nos inclinamos profundamente. Esto es especialmente para ciudadanos mayores y para altos oficiales, nos inclinamos profundamente. Y estos coreanos os dan la bienvenida a nuestra comunidad. Ahora, en Corea, en Corea del Sur, tenemos 3 comunidades: aquí en Seúl, esta es nuestra comunidad, la casa de la región y la casa de formación. Luego, en la archidiócesis de Gwangju, la comunidad de San Clemente Hoffbauer, donde tenemos dos pueblos, semi-parroquias, entre los pobres, y tenemos 4 cohermanos asignados allí. Y aquí, en la diócesis de Chuncheon os enseñaré algunas cosas interesantes sobre la diócesis de Chuncheon. Tenemos el santuario de montaña de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro. Es una capilla bonita la que tenemos aquí. Mirad los alrededores de esta capilla, el fondo de la capilla.
En Seúl, nuestra comunidad redentorista te da la bienvenida. Primero de todo, somos solo 8 aquí, pero este es el resumen de toda la vida redentorista en Corea, en Corea del Sur: 10 sacerdotes, 2 hermanos y 3 seminaristas. Ahora, dejad que os enseñe esta tabla donde hay mucha información. De nuevo os doy la bienvenida a Corea, y esto es Corea del Sur. Aquí arriba, más allá de esta línea, está Corea del Norte, y esta línea es de 4km. Nadie vive aquí, pero separa las dos Coreas, pues como sabéis las dos Coreas es el único país dividido en el Mundo. Más allá de Corea del Norte está China y Mongolia y un poco de Rusia (Wladivostok). Y china se extiende hasta aquí. Por lo que incluso en Corea del Sur Podemos ir a China en 6 horas, a veces un viaje de una noche desde aquí, desde Corea del Sur, a uno de los puertos cerca de una capital china. Pero esto es Corea del Sur y la principal ciudad aquí es Seúl, que es la capital del país.
Ahora, aquí en Corea, Corea del Sur, mirad, esto es durante la Guerra de Corea, Corea del Norte y del Sur en 1950; el Norte fue defendido por Rusia y China, y el Sur por los Estados Unidos y los países de la ONU. Aproximadamente 12 de ellos ayudaron a luchar por la libertad de Corea del Sur. Corea del Sur es un lugar muy católico o cristiano y aquí os mostraré dónde los surcoreanos se reúnen como católicos como, por ejemplo, para la venida del Papa. Aquí, mirad, cómo de numerosos son los representantes católicos de Corea del Sur. En realidad, velamos por la religión de los creyentes. Más o menos la mitad de Corea cree en Dios. Algunos creen en espíritus, la gente del campo cree en Dios, los espíritus pertenecen al chamanismo, junto con los budistas (el budismo llegó desde china). Y esto es sobre un cuarto de las creencias en Corea. Otro cuarto pertenece a los cristianos, a los católicos, que es el mayor grupo, y los otros, los protestantes, que creen en Jesucristo, y el resto son budistas y chamanes, y quizás hay un pequeño porcentaje de no creyentes; esta es la manera en que la religión se divide en Corea del Sur.
Puedes ver aquí que hay alegría y felicidad en el progreso coreano y, lo creáis o no, ha sido en 40 años, lo que se conoce como el Milagro del Río Han, cuando el material del progreso fue introducido en Corea del Sur y en ese pequeño lapso la mayoría de los campos se han convertido en centros de negocios y en apartamentos donde la gente vive. Incluso, como decía, en general hay felicidad material en Corea del Sur, donde la mayoría de la gente se permite una buena vida y mucha gente es rica. Sin embargo, también tenemos problemas, como otros países. Mirad: hay tres problemas principales en Corea. Hoy, por supuesto, la pandemia de Covid-19. Corea también se vio afectada, como otros países, incluso aquí tenemos una gestión de la pandemia monitorizada, que es muy buena y exitosa, pero todavía muere gente por Covid. Luego, está el gran problema del materialismo, porque todo este progreso y la gente que no cree en Dios influencia a mucha gente por lo que hay todo tipo de crímenes y fracasos morales, debido al materialismo.
Y la Iglesia, por supuesto, la Iglesia católica y todas las otras religiones que son sinceras en introducir a Dios, con el fin de superar este materialismo y hacer a la gente más creyente. Y un tercer gran problema es Corea del Norte, que es un país comunista. Mirad: estas son fotos recientes de Corea del Norte probando su poder nuclear. Ahora, uno de estos, dirigida a Corea del Sur, devastaría toda la ciudad. Si en el future recibís noticias de que Corea del Norte envía uno de estos cohetes al sur, podréis decir: “vaya, ahí están nuestros cohermanos coreanos, mártires de los comunistas”. Porque Corea del Norte está solo a 30 o 40km de Corea del Sur. Lo creáis o no, es muy cerca, estamos muy cerca los unos de los otros.
Sí, nos preguntáis sobre cómo llegamos aquí, a Corea del Sur, eso fue en 1991. Tres de nosotros vinimos a Corea. Nunca antes había habido un redentorista aquí. Tres redentoristas: uno coreano, que se hizo redentorista en América del Sur, en la provincial de Campo Grande; un segundo, el padre Phaiboon, y yo mismo, de la Provincia de Cebú. Por lo que tres de nosotros comenzamos la Congregación aquí, en Corea del Sur. Y, por supuesto, con la gran población de Corea del Sur, qué podemos hacer como extranjeros… A veces pensaba: “qué es esto, qué difícil fue para san Alfonso fundar una congregación”. Cuando comenzamos aquí, en Corea del Sur, no tuvimos muchos problemas al principio, porque nadie sabía quiénes eran estos redentoristas. Aquí, en Corea del Sur, nos llaman 구속주회 (Gooseokjoohwe), que significa: la comunidad que trabaja con los pobres, especialmente con los rechazados.
Esos son los “Gooseo”. Es una palabra china para los más abandonados y pobres. Y solo recientemente hemos intentado adoptar el nombre occidental, redentoristas, pero en el listado oficial los redentoristas son llamados “Gooseokjoohwe”. Por lo que si venís aquí sin guía, nunca nos encontraréis, porque solo nos conocen como “Gooseokjoohwe”. Cuando llegamos aquí en 1991, los tres desde el principio ya tuvimos dos candidatos, por lo que me dediqué a la formación, y nuestro superior, que era un coreano de Brasil, se dedicó a construir este edificio y nuestro edificio en la diócesis de Chuncheon, y el tercero, el padre Phaiboon, mientras estudiaba la lengua, también comenzó el trabajo apostólico. Por lo que así fue, comenzamos a construir nuestra historia aquí, en Corea del Sur, ya hace 30 años Por lo que vamos a celebrar 30 años, simplemente, para recordar cómo llegamos aquí. San Clemente Hoffbauer es muy importante para nosotros, porque es el día en que el padre John Lee llegó desde Brasil para organizarnos aquí, en Corea del Sur.
Y veréis qué es lo que hacemos aquí los redentoristas, cuál es el trabajo que hemos desarrollado en estos 30 años. Nuestros cohermanos, de modo especial predican el Evangelio a través de la novena a María del Perpetuo Socorro y también van a parroquias y dan retiros, seminarios, conferencias, durante la preparación para el bautismo y la confirmación; luego ayudamos en las misas en las parroquias aquí, en el sur, y en otros lugares que nos piden. La confesión también es el gran apostolado que tenemos. Algunos de nosotros se dedican a los trabajadores migrantes. Aquí, en Corea, podemos tener alrededor de 50 nacionalidades que vienen de otros países para trabajar como migrantes: los filipinos es uno de los grupos más grandes y yo los acompaño con grandes misas para ellos. Pero aquellos trabajos que hemos desarrollado desde el principio, la pandemia los ha herido bastante y nos ha prevenido de hacer lo que tenemos que hacer. Sin embargo, esto pasará y esperamos que vengan más desafíos.
Por lo que, hermanos y hermanas. Os llevaré ahora a nuestra capilla, la capilla pública que tenemos en este sótano. Allí os explicaré lo que hay dentro.
Una de las características de la capilla (que es específica de la arquitectura coreana) es que estos bancos diferentes, y el altar y todo, no usa clavos, no, esas cosas se unen a través de piezas de madera. Os las mostraré aquí.
Aquí, por ejemplo, veis que no son clavos de metal, son piezas de madera y todos estos bancos están hechos así, y también los altares.
Y seguimos, aquí hay más.
¿Qué hacemos aquí? Tenemos las misas de los domingos y también durante la semana, y una novena perpetua los sábados. Luego, también tenemos retiros y formación. Y tenemos Hora Santa y la devoción a nuestra Señora y a San Gerardo, y también reuniones de gente que viene.
Estamos aquí para servir a la gente, no solo de alrededor, sino a la gente que viene de diferentes lugares. En realidad nuestros vecinos no son católicos, la mayoría son no-católicos.
Y aquí, durante esta novena, el sábado, tenemos este icono hecho de oro de verdad. Este icono puede que fuera hecho en Corea del Sur.
Y aquí os lo vuelvo a enseñar. Mirad. Esto sirve de clavos, estos trozos de madera.
Y la atmósfera de esta capilla, mirad, es devocional e incluso hay cierta solemnidad en ella, y ascetismo, que es característico de la espiritualidad coreana, un poco inclinada a los sacrificios y a ser uno con Jesús Crucificado y el Santísimo Sacramento, y aquí veis la combinación de ambos, que crea una atmósfera que crea devoción y es muy contemplativa en muchos sentidos.
Continuaremos nuestra descripción, porque vamos a nuestra capilla comunitaria.
Aquí vemos la estatua de nuestra Santa Madre. Esta es diferente a las de occidente. Está hecha por una artista coreana, una hermana del Perpetuo Socorro. La característica es esta sonrisa, sabéis. Pienso que no podéis conseguir este tipo de sonrisa en las estatuas de occidente. Y el modo en que se retrata a la Virgen María es influencia de un artista budista.
Ahora rezaré el Ave María en coreano para vosotros, que la estáis mirando, y para vuestras familias.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Puede que os sorprenda que lleve esto. Aquí podemos llevar ropas seculares. Esta es una versión moderna del Hanbok, el traje masculino coreano.
Bienvenidos a la capilla de nuestra comunidad. Como veis aquí también hay un aire de solemnidad y ascetismo. Mirad lo que usamos en nuestra oración. Aquí no hay reclinatorios, porque estamos de pie y solo nos sentamos para rezar. Y aquí de nuevo hay señales, que son reminiscencias de Corea. Me dijeron que estos tres clavos aquí son los clavos de la crucifixión. Las armas con las que Jesús fue crucificado. Y de nuevo tenemos el Icono del Perpetuo Socorro.
– ¿Hay alguna otra pregunta, hermano?
– Sí.
– Ven aquí.
– ¿Por qué vinisteis a Corea y cuál es vuestro trabajo apostólico?
¿Por qué vinieron a Corea? Esa es una muy buena pregunta. Los hermanos en 1991, este cohermano coreano de Brasil fue a Filipinas para pedir voluntarios para venir, para ser una comunidad en esta misión. Y yo me quedé tan sorprendido que estaba muy emocionado, como un jovencito, cuando escuché acerca de esta misión en Corea. En ese tiempo no sabía mucho sobre Corea, pero sabía qué es una vida misionera. Es difícil y entonces fue desafiante y acogí esa invitación a venir. Así que junto con el padre Phaiboon y el padre Man Yong John Lee construimos la Congregación aquí en Corea.
¿Y por qué vine yo aquí? En mi mente pensaba ayudar a la evangelización en Corea, y también en promover la Congregación y tener miembros coreanos. Y pienso que, en mi estancia durante 30 años, estoy en cierto modo satisfecho, aunque no del todo con lo que se ha hecho. Ahora tenemos, como hemos visto abajo, vocaciones, y nuestra región ahora es puntera por los coreanos en administración y formación. Y también he trabajado mucho durante 30 años, trabajado entre los trabajadores migrantes, dando retiros, escuchando confesiones, yendo a las parroquias y diciendo misas. Y de modo especial en la formación de los jóvenes que venían a nosotros.
Quizás, si todos hubieran perseverado, hoy podríamos ya ser una Provincia, pero muchos nos han dejado, incluso sacerdotes, por desgracia. Pero bueno, Dios sabe lo que hace, yo no lo sé, está en su voluntad, pero así es. Y así es como he vivido aquí, y he decidido morir aquí, completar esta ofrenda y fallecer. Y por supuesto, del mismo modo que mis dos compañeros, que marcharon para sus propios países, pienso que ellos son testigos de toda una misión redentorista, también necesaria aquí, en Corea, por lo que aquí estoy, hermanos y hermanas, a vuestro servicio. Y veamos qué encontramos… podemos todavía hablar mientras subimos al jardín del techo en la quinta planta. Venid, por favor.
Así que, lo que hacemos aquí y en la otra mitad, el otro sitio. Lo usamos para la contemplación, pero la gente contempla mientras fuma y con otras actividades relajantes como ejercicios si quieren. A veces también venimos aquí para hacer barbacoas. Vayamos a la otra parte.
¿Nuestro futuro en Corea? Por supuesto, solo Dios sabe cuál es el futuro, pero nosotros también ponemos de nuestra parte y podemos prever que después de esta pandemia quizás aparezcan nuevos caminos de evangelización. Ahora tenemos Zoom, una novena perpetua cada semana y yo mismo he dicho y ofrecido misas por Zoom para la gente que participaba desde Filipinas, Australia, Estados Unidos… Por lo que algo así y otros modos de emitir el Evangelio. Algo bueno viene después de esta pandemia y, luego, por supuesto, Corea del Norte, esto es parte de nuestro proyecto de evangelización, y todavía no hemos ido allí. ¡Qué bueno sería! ¿Cuándo se abrirá? Tenemos este anhelo de que se unan el sur y el norte y todos los proyectos, pero todavía no. Quizás se junten y vuelva a unirse el único país dividido del mundo.
Y así, el futuro, mirad, al norte tenemos Corea del Norte esperándonos y la población allí actualmente es de cerca de 26 millones de personas. Aquí en el sur tenemos 51 millones. Por lo que juntos serían 77 millones de personas a las que estamos llamados como redentoristas. Por supuesto solo ayudamos en la Iglesia, pues muchas otras congregaciones también están aquí y nosotros servimos alegremente como hijos de San Alfonso. Esta es nuestra esperanza y os invitamos a rezar por nosotros para ayudarnos, de modo que pueda realizarse para gloria de Jesús y de la Iglesia. Y ahora, creo, es hora de decir adiós y de dar la bendición. Bendición para tus seres queridos, para todos los redentoristas del mundo.
- El Señor esté con vosotros.
- Y con tu espíritu.
- Que Dios todopoderoso os bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
- Amén.
Y ahora es el momento de terminar nuestra conversación. Me despido de vosotros. ¡Adiós!
Autor: p. Willy Jesena CSsR
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