Misión en Togliatti, Rusia

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Misión en Togliatti, Rusia

Artur Pruś CSsR: ¡Alabado sea Jesucristo! Os saludo cordialmente desde Togliatti, un lugar donde los redentoristas sirven desde el año 2004. Como veis, tras de mí hay una pequeña capilla azul y la torre de una iglesia blanca. Como redentoristas, se nos confió la construcción de este templo. Nuestra parroquia cuenta con aproximadamente 200 personas, que están repartidas en un radio de 100km. Los lugares más lejanos, desde los que vienen nuestros parroquianos, están como a unos 60km de nosotros, como Povolzhskiy. Para ir a misa el domingo les lleva una hora en coche o dos horas en trasporte público. Después de cada misa dominical, nos encontramos para la catequesis de niños y otros grupos diferentes. Antes de que digamos algo más sobre nuestro servicio en Togliatti, merece la pena y hay que decir cuándo los redentoristas aparecieron por estos lares. Era la primavera de 1993, apenas había caído la URSS. Los primeros lugares en los que aparecieron los redentoristas fueron Orenburg (en Rusia) y Petropavl (en Kazajstán). Hoy trabajamos en cuatro lugares de Rusia: Kemerovo, Orsk, Orenburg y Togliatti, así como en Petropavl en Kazajstán.

Yo llegué a Rusia a finales de septiembre de 2019, por lo que estoy aquí desde hace relativamente poco. En este tiempo he podido observar el trabajo de nuestros padres en Orenburg y Orsk. En Orenburg tuve la posibilidad de sustituir por un tiempo al padre Andrzej. Allí también viví el trabajo con niños en un centro de ayuda a niños, que está al lado de nuestra parroquia, viví también un viaje por las así llamadas “carreteruchas”, hasta el pueblo de Fyodorovka, a unos 100km de nosotros. Allí, en un granero convertido en capilla se reúnen las familias junto con los niños para la Eucaristía, confesión, oración, catequesis… nosotros venimos aquí dos veces al mes. En nuestras parroquias colaboramos también con diferentes congregaciones femeninas: las hermanas redentoristas, nazarenas, siervas de Dębica, siervas del Espíritu Santo, y las hermanas de la Madre de la Divina Misericordia. Se puede contar mucho sobre el trabajo de los redentoristas, sobre nuestro servicio aquí en el este. No tengo todavía tanta experiencia, pero pienso que nos hablará muy bien sobre esto la hermana Beata, hermana nazarena que aquí, en el este, colabora con los redentoristas desde hace ya más de 12 años.

Hna. Beata Zimińska CSFN: Con los padres redentoristas colaboro desde hace 12 años, en primer lugar en Orsk, en los Urales, actualmente en Togliatti. Me parece que nuestros carismas se complementan. Los padres en su misión intentan llegar con el Evangelio a todos: niños, jóvenes, adultos, especialmente a las familias. Hacen esto mediante diferentes actividades, comenzando por la catequesis de niños y jóvenes, y preparando a los adultos para los sacramentos, pero también mediante formas menos tradicionales: organización de vacaciones con Dios cerca de la parroquia o en tiendas de campaña, viajes a diferentes lugares curiosos o a otras parroquias. Organizan peregrinaciones en bicicleta, a pie o en coche, por Rusia o el extranjero. Lo que más valoro es que dedican mucha atención a los pobres, a aquellos que se acercan y piden ayuda. Quizás en cada parroquia aquí, en el este, haya centros caritativos. En Orsk, junto con los padres, llevamos el centro San Gerardo para niños de entre 7 y 14 años, y también el centro de la Sagrada Familia para niños con autismo y otras deficiencias de desarrollo. No hay manera de contar en pocas frases toda la actividad que los padres llevan a cabo aquí.

Me gustaría deciros, padres, que muchas gracias por el buen trabajo que juntos podemos hacer. Que Dios os guarde y bendiga vuestro servicio para que traiga frutos apropiados… frutos de abundante redención.

Artur Pruś CSsR: Cuando en Togliatti comenzaron a reunirse los cristianos católicos, al principio se reunían en pequeños grupos. Llegaron allí sacerdotes de Samara para servir, celebrar la Eucaristía y otros sacramentos, para bautizar, acoger nueva gente en la iglesia. Después, cuando ya esta comunidad católica creció, se fortaleció, vinieron los franciscanos. En 1998, gracias a la ayuda de católicos alemanes, se construyó esta capilla en la que estamos ahora, que nos sirve a día de hoy para celebrar la Eucaristía, para encuentros de oración y otros grupos. Como mencionaba, desde 2004 estamos aquí y, como redentoristas, ininterrumpidamente servimos a nuestros fieles católicos. Cerca de esta capilla está la iglesia de san Juan Pablo II. La patona de nuestra parroquia es Nuestra Señora de Fátima. Nuestra parroquia creció, tenemos algunos grupos parroquiales. Hay monaguillos, niños, jóvenes, grupos de vida, rosario, niños, jóvenes y adultos, Madres de la oración, que se reúnen cada mes, el primer sábado de mes, para rezar por nuestra parroquia, para rezar por sus familias. Regularmente, cada domingo, llevamos la catequesis para niños y para jóvenes. Cada cierto tiempo surgen personas que descubren que aquí hay una iglesia católica, que hay una parroquia católica. Algunos de ellos bautizados, algunos de ellos recuerdan que sus padres eran católicos y quieren venir a la iglesia católica. Ayudamos a esta gente a conducirlos a la fe, a la vida de la iglesia. Surgen personas que alguna vez, ya adultos, recibieron el bautismo y otros sacramentos y después, activamente, participan en la vida de nuestra parroquia. Como redentoristas, intentamos salir al encuentro de las necesidades de esta gente. Intentamos buscar nuevos católicos que están cerca de nosotros, pero durante los tiempos soviéticos, cuando la iglesia no podía funcionar normalmente, perdieron su fe o su fe se debilitó. Intentamos salir al encuentro de las necesidades de esta gente para que puedan edificar y encontrar su fe, encontrarse de nuevo con Cristo. Ésta es nuestra tarea aquí, en esta región, en Rusia, en Togliatti y en los lugares en los que servimos. ¿Cómo es nuestro trabajo aquí en Togliatti para aquellos grupos particulares? ¿Cómo recibimos a nuestros parroquianos? Esto lo escuchamos de sus mismos testimonios.

Elena Shel (Secretaria parroquial): Los redentoristas sirven en nuestra parroquia desde el 2004. Sobre todo, durante estos años nuestra parroquia ha crecido y sigue creciendo. Nuestros hijos venían a la iglesia y ahora ellos mismos traen a sus hijos. Gracias a los redentoristas, en nuestra parroquia se construye una iglesia, que se va haciendo bella y moderna. Nos gustan muchos nuestros padres redentoristas. Gracias a su buena y cordial acogida nuestra parroquia se engrandece. Les agradecemos enormemente el servicio por nosotros y todo el trabajo que pusieron en esta obra, así como que visiten nuestras casas y celebren las solemnidades y fiestas de manera que reafirman nuestra comunidad. Se ocupan también de nuestros hijos, lo que es una labor enorme e importante, especialmente para las generaciones jóvenes, que crecen y continuarán la vida en nuestra iglesia.

Adelia Dvorniskaya y Liudmila: En primer lugar está este trabajo con niños. Recuerdo cuando mi nieta iba a la iglesia; para ella era muy interesante porque entablaba relación con los curas. Siempre decía al padre Mirosław: “Mi amigo”, y siempre le llevaba dibujos. Y lo que hacen los padres por los adultos, sobre todo les agradezco las peregrinaciones a Polonia, Italia, por Rusia, por ejemplo, a Saratow, Orenburg, Kazan. Una persona por sí misma nunca iría. Por eso les agradezco mucho todas estas peregrinaciones. Cuando comenzó a trabajar con nosotros permanentemente el padre Artur, desde ese momento comencé a ir sistemáticamente a la iglesia. Hasta ese momento iba una vez al mes. Y desde que ya tenemos permanentemente sacerdotes, yo también voy sistemáticamente a la iglesia, cada fin de semana, también me confieso sistemáticamente. Es un bien enorme para los católicos que estén con nosotros sacerdotes y por eso se lo agradezco mucho. Agradezco a nuestros padres redentoristas, a toda la congregación. ¡Agradezco a nuestros sacerdotes que estén con nosotros!

Adrian y Markus Jartvik: Gracias al servicio de los padres, rezamos, desarrollamos nuestra fe, conocemos la historia de Jesucristo. Y me gustan también los encuentros organizados para los monaquillos.

Familia Fralovy: Pienso que al principio hay que reconocer que la iglesia es para nosotros algo nuevo. A la iglesia comenzamos a ir hace… ¿dos? No, hace tres años. Sí, hace tres años. Y constantemente sentimos que somos como niños pequeños. Todavía no sabemos mucho sobre la Iglesia, creo. Y el plus de que tengamos parroquia, es que la Iglesia es una posibilidad para entrar en la fe, para ser creyentes católicos, cristianos. Para nosotros esto es importante: su ayuda, que nos “lleven de la mano”, nos muestren cómo es la fe. Así, la Iglesia es para nosotros como una gran familia. Nuestra parroquia es muy amigable y esta ayuda, que se nos muestra como una familia numerosa, es muy importante, especialmente en este año tan duro.

¿¡Giera..!? Muchas veces he participado con vosotros en las Vacaciones con Dios. La última vez fue en verano, y no hace mucho en invierno. La primera vez la viví intensamente, quería agradar a todos. La siguiente vez fue genial, pudimos también ir a las pistas de hielo. Pudimos ver muchas cosas. También hubo encuentros de monaguillos, en los cuales participé. Durante el último, fuimos a esquiar durante aproximadamente dos horas y vimos una buena película. Ula, cuenta más. Para nosotros es una gran familia y, cuando podemos, vamos todos a la iglesia. Tras la misa nos quedamos a la catequesis. Mi hermano Giera también es monaguillo. En la catequesis descubrimos mucho sobre la fe. Por ejemplo, hoy hemos tratado el tema de cómo comportarse en la iglesia.

Familia Baranovy: Agradezco a los padres redentoristas que estén siempre presentes con nosotros, que siempre vengan a la iglesia; escuchando la catequesis, los sermones, podemos acoger el significado de Dios en nuestra vida. Gracias por los sacramentos que nos dieron en nuestro matrimonio: la boda y el bautizo de nuestros hijos. Durante las preparaciones para los sacramentos, los padres siempre encontraban las necesidades y las palabras y ejemplos exactos. Esto nos mostró cómo poder ser unos buenos padres, un buen matrimonio. Quiero también agradecer a los padres redentoristas por prepararme para un acontecimiento importante en mi vida: el sacramento del matrimonio. Tras la boda, comencé a ir regularmente a la iglesia. Durante diez años sigo yendo a la iglesia. También puedo decir que los sermones son accesibles y comprensibles, y gracias a ello puedo verdaderamente pensar sobre mi vida.

Sasha Kramer: Quiero agradecer a los padres que estén con nosotros en Togliatti, les agradezco mucho que estén con nosotros, pues nos ayudan mucho en el desarrollo de nuestra fe. Siempre están cercanos a nosotros y con nosotros, y siempre nos ayudan. Os lo agradezco de corazón.

¡Gracias!

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